miércoles, 14 de enero de 2009
EL COLOR BLANCO EN LA DECO
Las modas y las tendencias en decoración cambian y se reciclan permanentemente, pero el blanco vuelve una y otra vez para demostrar que sigue siendo el elegido en la paleta de colores.
La elección del blanco como color principal o absoluto se impone a fuerza de simplicidad, luminosidad y elegancia.
El blanco nos permite una rápida distribución de tonos y texturas dentro de un ambiente, nos facilita de manera natural la decoración y aporta una mejor utilización de la luz.
En la mayoría de los casos se elige por una búsqueda de lo simple o como recurso inmediato para obtener ambientes más luminosos y frescos. Más allá de estas cuestiones, el blanco es un excelente marco para muebles, textiles y objetos.
Cuando elegimos el blanco cómo color único, hay que tener en cuenta que esta opción puede ofrecer ventajas y desventajas. La falta de color en un ambiente saturado en blanco, por ejemplo, puede ser un problema serio para el decorador amateur. Siempre conviene elegir algún detalle llamativo o personal, con algo de color o variedad de texturas, que quiebre la uniformidad y permita lograr un cuadro armónico y equilibrado.
Para una combinación segura, los mejores tonos son los claros, neutros, marrones, beige y los tonos marfil, crema o arena. Los colores fuertes, vibrantes o energéticos, en cambio, deben utilizarse en pequeñas dosis y sobre determinados objetos o texturas.
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