martes, 20 de mayo de 2008

PROMOCION PROGRAMA TV DISEÑO

EL COLOR EN LA DECORACION

Los colores forman parte de la vida, transmiten emociones, influyen en los sentimientos y están presentes en todas partes. Combinando tonos y decidiendo de antemano qué ambiente se quiere conseguir es fácil crear espacios acogedores y con un toque personal.

Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de escoger un color para la casa son las preferencias personales de cada uno. Dejando de lado las tendencias hay que decantarse por aquellos tonos que mejor se ajusten a los gustos personales, consiguiendo que cada uno se sienta a gusto en su hogar.

Con la ayuda de un círculo cromático de color, se puede aprender a utilizar diferentes combinaciones. Es importante saber que todos los colores provienen de tres colores primarios que son el azul, el rojo y el amarillo; tres colores secundarios que son el violeta, el verde y el anaranjado y los terciarios, mezcla de un primario y un secundario: son el azul violáceo y rojo anaranjado, amarillo verdoso y amarillo anaranjado.

Los colores cálidos (amarillos y rojos), por ejemplo, sirven como estimulantes y generan sensación de cercanía, mientras que los colores fríos (azules, verdes y violetas) son colores relajantes y generan sensación de distanciamiento.


El color Lavanda invoca suavidad, misterio; da una sensación de emoción.


El Beige distinción.


El Naranja representa fuerza, estimula el apetito y la conversación.


El color Negro demuestra autoridad y disciplina, crea independencia.


El Blanco: purifica, unifica, da más vida a los demás colores.


El Amarillo intenso: aumenta la energía, amplía el tamaño de un cuarto, da fuerza.


El color Rojo: genera poder.


El Azul: relaja, refresca (es una buena elección para la cocina si se trata de personas que están sometidas a dietas constantes, ya que no estimula el apetito).


El color Verde (de los siete millones de colores que existen en el espectro del color, tres millones provienen de tonalidades del verde): es un color relajante, da equilibrio. Es el que la vista más identifica, el amarillo es el más difícil.


LA CASA ABRIGADA

El invierno invita a contemplar el fuego de una chimenea, a desnudar los pies sobre una alfombra suave, a vestir los muebles con géneros cálidos y lograr un clima interior tan acogedor que no den ganas de salir.

El valor decorativo de un hogar a leña encendido es indiscutible. Por eso, durante muchos años los arquitectos no innovaron: bastaba un buen marco de mármol o piedra y madera para que la cuestión estética estuviera resuelta. Pero con la introducción de estilos mas descontracturados o modernos en la decoración de los ambientes, las chimeneas tradicionales quedaron excluidas. Desde entonces comenzaron a verse opciones cada vez más originales y materiales antes impensados. Vidrio, metal, cuero o madera: ahora todo vale a la hora de darle la calidez del fuego a la casa. Incluso las versiones más actuales prescinden de todo frente para no restarles protagonismo a los leños encendidos.

Una opción muy en boga consiste en instalar paneles de vidrio vitrocerámico en la parte posterior de la cabina de combustión. El resultado suma la posibilidad de de ver el paisaje exterior el mismo tiempo que el fuego arde.

El metal es otra variante para una chimenea: es un buen transmisor del calor porque lo expulsa en su totalidad, por lo que aumenta su rendimiento.

Para tener una chimenea en casa, lo único que hace falta es tener un espacio mínimo de 40 por 40 centímetros, necesario para que se pueda desarrollar un pequeño fuego, y la posibilidad de conectar un tiraje al exterior. La ubicación ideal es una pared central, por ejemplo aquella que divide el living del comedor, o el comedor de los cuartos. Y es importante que en el momento de diseñar nuestro hogar tengamos en cuenta un lugar cercano para almacenar los troncos.

Si hablamos de las texturas ideales para el frío, las pieles , el cuero y los tejidos , se vuelven imprescindibles para mantener la casa abrigada y a la moda.

Las pieles dicen presente en alfombras, pies de cama, tapizados de sillas. Se usan en sus colores naturales o teñidas. Sin duda la vedette de este año son las alfombras de este material, en especial las de pelo bien largo y en colores claros.

Los tejidos también vienen pisando fuerte este invierno, se los ve en alfombras, fundas, mantas, aportando un toque cálido, colorido y rústico.